Un pensador de altura

Ortega 

¿Qué sentido puede tener hoy leer y meditar el ensayo de Ortega “La rebelión de las masas? 👈

Esta década nuestra de los veinte del siglo XXI tiene un muy mucho de parecido con la década de los veinte del siglo XX. Aparece todo convulsionado, pero con unos nudos muy idénticos en cuestiones socio-políticas. 

 

La obra de Ortega y Gasset suele dividirse en tres etapas: objetivista, perspectivista y raciovitalista. Es, pues, un pensamiento fluyente, vivo. Su ensayo La rebelión de las masas pertenece a la tercera etapa, a la raciovitalista. Es una etapa donde elimina todo idealismo y todo materialismo rancio, viejo, para darle forma al quijotismo y sanchismo. Dos modelos made in spain de idealismo y materialismo. De aquí que se diga que todos sus temas están ya en su primer libro: Meditaciones del Quijote. 

No puede sacarse la rebelión de las masas de su contexto histórico. Pero los planteamientos que se analizan sobre la “democracia” están vivos, brotan por doquier. Pueden verse en nuestra realidad, en sociedad. ¿Por qué? Porque, como expone, la democracia forma y fortalece a las minorías, y las minorías son las masas. Sin embargo, las minorías , o mejor dicho, las masas no pueden liderar la sociedad ni gobernar. Eligen a los representantes solamente, y tal libertad de pensamiento, crea a la hiperdemocracia, que Ortega no plantea desde una teoría de la elección parlamentaria, pero que es el terror de los políticos al mirarse excesivamente el ombligo. 

Y de nuevo hay redundancia, ya que esa hiperdemocracia es consecuencia de la mala vocación política y cultural de los políticos de turno. Porque, esta obra, tiene su contexto histórico, en la Dictadura de Rivera. No obstante, en España, hoy como entonces, no ha habido renovación de los mejores reclutados de manera liberal-democrática: el compadreo de los políticos y los intereses de partido han relucido descaradamente, hasta llegar al colmo de Tenazos. 

Para ortega, el hombre-masa es un gurripato siempre hambriento porque lo recibe todo del Estado, y así, por una parte el hombre-masa, y por otra, la absorción del Estado de la sociedad civil, brota el señorito satisfecho, un ser sin individualidad y sin singularidad.

Todas sus obras siguen teniendo un valor histórico como para releer, y ahora también para escuchar y meditar, y en especial 🎧 La rebelión de las masas