Cuando el ingles E
H Carr mostró tanta oposición al empirismo dentro de la historiografía,
no andaba mal encaminado. Porque esta doctrina filosófica no lleva a un
intersubjetivismo, o diálogo infinito entre el presente-pasado, sino a un
simplón subjetivismo, o un diálogo finito entre el pasado-presente.
Cuando un autor,
pues, ve una faceta de la Historia así, su obra solo es una más a no tener en
cuenta. Algo parecido le ha pasado a un autor español, ausente de España, que
ha hablado de la Historia de la filosofía española desde una perspectiva
subjetiva, limitándose a exponer unas descripciones sin fondo temático con
análisis científicos, y rememorando la vieja disputa La ciencia española. Me refiero
a Heleno Saña Alcón.
Heleno es un
catalán de Barcelona; hoy de 91 años, que se exilió de España en 1959, rumbo a
Alemania. Tenía 29 años cuando emigró, y apenas ha pisado la piel de toro desde
entonces. Su bibliografía es bastante amplia. Poco difundida, y desde luego
poco, casi nada, conocida. Con todo, Heleno, en 2007, quiso ser torero y redactó una Historia de la filosofía
española.
Esta obra abarca
un gran periodo histórico. Pone el inicio en la época romana y termina con los
pensadores exiliados. Velis nolis, al final, la obra no es una Historia, sino
una crónica de la filosofía española. Este tipo de Historia o crónicas
cuantitativas no es lo que necesita nuestra filosofía, sino profundas
monografías cualitativas. Y este fue el empeño y esfuerzo de profesores como
Asín Palacios. Porque ofrecer una Historia de la filosofía española donde un
pensador (véase Cap. I, Averroes, p.j.) es
tratado con veinte renglones es una obra a no tener en cuenta. Máxime cuando el
profesor Juan Fernando Ortega Muñoz, en su ensayo La filosofía de Al-Andalus
[1]deja
claro que tras la Reconquista Trastámara la cultura musulmana “es proscrita e
intencionadamente olvidada y considerada como ajena y extraña a nuestro país."
[1] FILOSOFIAS DEL SUR: XI Jornadas Internacionales de Hispanismo
Filosófico. Universidad de Granada, 2013. Fundación Ignacio Larramendi. Madrid,
2015