Todos los países europeos tienen su historia de la filosofía, así como un autor de renombre que ha auspiciado esa historia; pero, dentro de este mundillo filosófico, destaca un británico apasionado.
Un auténtico
maestro de este arte de la historiografía es W.K.C. Guthrie. Guthrie fue
un filólogo escocés, aunque educado en Londres. Por eso está tan vinculado a la
Universidad de Cambridge. Ya con veinte años ganó la matrícula Eric Evan
Spicer. Siendo supervisado por Francis Cornford logró las mejores
notas en el programa Classical Tripos , en Trinity College, dejando
esta institución en 1930 para asumir el cargo de miembro adjunto ( Bye
Fellowship) en la Peterhouse. Y en 1939 es designado Orator
cargo que mantuvo durante dieciocho años.
Toda esta
meritoria carrera universitaria se vio trucada desde 1941-45 al entrar Gran
Bretaña en la Segunda Guerra Mundial. Y tras terminarse la Guerra, volvió a
Cambridge y fue nombrado Reader. Y en 1957, tras ser invitado como
director, (Master), se pasó como docente por el tercer college: el
Downing College. Aquí, y habiendo vivido la experiencia de ir pasando por las
tres instituciones educativas de Cambridge, permaneció hasta su jubilación en
1975, involucrándose plenamente en la vida docente y administrativa, cultural y
social del college…
Ya casado con la australiana Adele Marion Ogilvie, en 1935, publica su primera obra: Orfeo y la religión griega. Y en 1950 publica su segunda obra: La filosofía griega de Tales a Aristóteles. Fue esta obra, origen de su experiencia docente, tal como lo justifica al principio, en la que los síndicos pondrían todo su sentido.
Es, sin embargo, en el año 1956, cuando los síndicos de la Cambridge University Press soliciten a Guthrie la gran misión: realizar una historia de la filosofía antigua. Guthrie acepta, y toda su vida es para tal misión. Seis años después, se publica el primer volumen de su magna obra consagrada a los filósofos presocráticos. 👉Lectura